No hay segunda oportunidad para una primera impresión. Y en un evento, esa primera impresión sucede en el acceso.

Elegir el formato adecuado —tarjeta plástica, pulsera RFID o código QR— no es solo una decisión técnica. Es una elección que impacta en la seguridad, la logística y la experiencia general del público. Mientras algunas soluciones apuntan a la velocidad, otras refuerzan la identidad del evento.

Y cuando se trata de dar imagen profesional, control total y respuestas en tiempo real, tener la posibilidad de imprimir tarjetas físicas en sitio cambia las reglas del juego.

¿Qué están usando hoy los eventos en Argentina? ¿Cuándo conviene una pulsera y cuándo una tarjeta? ¿Qué rol cumple la impresión instantánea? Acá te lo contamos.

El auge silencioso del RFID

Las pulseras RFID dejaron de ser una rareza. Según un informe de Market Data Forecast, el mercado RFID en América Latina crece a un ritmo cercano al 10 % anual y proyecta superar los USD 1.600 millones hacia 2032. En Argentina, se espera una expansión especialmente en sectores como eventos, salud y transporte.

¿Por qué crecen tanto? Porque combinan acceso rápido, validación segura y la posibilidad de sumar pagos sin contacto.
En eventos masivos, donde cada segundo importa, son una solución que no falla.

Tarjetas plásticas: cuando el branding importa

Para muchos organizadores, la tarjeta sigue siendo el formato preferido. Permite imprimir credenciales con diseño propio, sumar elementos de seguridad y entregar una pieza física con peso institucional.

No es solo una tarjeta: es parte del recuerdo.
Y si se imprime en el momento, con una impresora profesional, mejora incluso la percepción del evento. Nadie quiere hacer fila ni recibir una credencial genérica.

QR: una opción rápida, pero no infalible

Los códigos QR son accesibles, simples y económicos. Son útiles, sobre todo, para eventos pequeños o entradas digitales. Pero tienen limitaciones.

Si el celular no tiene batería, si hay problemas de conectividad o si el mismo código se reenvía sin control, el acceso se vuelve un problema.
Un informe de Kaspersky advierte que los QR mal gestionados pueden ser una puerta de entrada para fraudes o suplantaciones de identidad.

¿Qué están eligiendo los eventos en Argentina?

En festivales como Cosquín Rock o Lollapalooza, las pulseras RFID se consolidaron como formato principal.
En Cosquín 2024, por ejemplo, se implementó un sistema de pulseras con saldo precargado bajo la marca Pocket Cash, que permitió reducir los tiempos de espera en barras y merchandising, además de generar estadísticas de comportamiento de los asistentes.

En ferias sectoriales o eventos corporativos, las tarjetas plásticas siguen siendo clave por su nivel de personalización y el refuerzo de marca que ofrecen.
Y en eventos más chicos, los QR impresos o digitales siguen funcionando… siempre que el sistema de validación sea riguroso.

Una combinación inteligente

No se trata de elegir un solo formato y descartar los demás. Lo estratégico es entender qué rol cumple cada uno… y cómo la impresión local de tarjetas potencia toda la operación.

Las pulseras RFID son ideales para grandes volúmenes de público. Funcionan como llave de acceso, billetera y credencial todo en uno.

Pero cuando se trata de staff, expositores, proveedores o invitados especiales, la tarjeta plástica física tiene otra presencia. Permite incluir foto, cargo, código, branding institucional, zonas habilitadas… todo con diseño cuidado y producción inmediata.

Contar con una impresora de tarjetas en sitio, como la IDP SMART-51 que estaremos presentando muy pronto, hace la diferencia. No solo por velocidad: también por control, por imagen, por capacidad de adaptación frente a cualquier imprevisto.

Emitir credenciales en el momento te permite ofrecer una experiencia profesional, segura y personalizada desde el primer contacto.
Y eso, en un evento, vale más que cualquier decoración.

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